domingo, 8 de noviembre de 2009

VILLA SAN ANTONIO VIVIÓ EL ARTE CON EL SIART 2009

La segunda zona -la primera fue Tembladerani- que recibió la Jornada Cultural del SIART 2009 fue Villa San Antonio, gracias al apoyó de la Casa de la Cultura de Jaime Sáenz. Los vecinos de la zona se sorprendieron cuando los miembros del Grupo Grito sobre zancos, con tambores y colores tomaron la avenida principal divirtiendo a propios y extraños de este barrio tan concurrido en sábado. Vendedoras, transeúntes, vecinos, niños y jóvenes apreciaron la y compartieron la alegría de este grupo.
Este tipo de actividades muy pocas veces suceden en este barrio por lo que la gente dejó sus actividades para aplaudir y bailar con los Grito, quienes además de ofrecer un espectáculo intachable en la calle invitaban a la gente al teatro de la Casa de la Cultura Jaime Sáenz, donde el Grupo Liberavi esperaba para ofrecer la obra "Las crónicas del Papirri".
Al saber que este espectáculo era gratis, muchos niños corrieron, adelantándose al grupo Grito, para que así no qeudarse sin asiento.

Las crónicas del Papirri lograron más de una carcajada de la gente

Luego de la actuación callejera del Grupo Grito, el turno fue del teatro Liberavi, que con la obra Las crónicas del Papirri, basadas en el libro homónimo del Manuel Monrroy "El Papirri", logró que el teatro de la Casa Jaime Sáenz se llene con niños, personas mayores y gente de la tercera edad, que como afirmó el encargado de la casa, Anibal Lima, es la primera vez que participa de actividades culturales de este espacio.
Risas y aplausos fue la respuesta del público presente para el grupo de teatro, que durante 45 minutos compartieron las diversas experiencias del canta autor paceño Papirri.

Chaplin, hoy y siempre logra su cometido

La tercera actividad programada para esta jornada cultural, fue la proyección de la película Tiempos Modernos (1927) de Charles Chaplín, que con su divertida forma de criticar a la tecnología logró que la gente, principalmente niños, no se mueva de la sala hasta el final.

Si bien esta actividad es nueva en las zonas, las experiencias de Villa San Antonio y de Cotahuma demuestran que la gente de las laderas está abierta a compartir arte y cultura.

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